- Las políticas sobre discapacidad que se fundamentan en que sea un miembro de la familia el que cuide de la mujer con discapacidad, constituyen una trampa cuando es el cuidador el que abusa de la mujer.
- En la medida en que el cuidador sea el abusador, a la mujer se la deniegan acceso a la información y a la ayuda.
- Las propias diferencias existentes entre cada tipo de discapacidades, hacen que sea difícil encontrar una sola solución que sirva para que todas las mujeres con discapacidad puedan ser ayudadas.
- Asistentes que trabajan con personas con discapacidad pueden no haber sido entrenados en los problemas que sufren mujeres víctimas de violencia de género y, asistentes que trabajan con mujeres que sufren violencia de género, pueden no tener conocimiento de las necesidades de las mujeres con discapacidad.
- Todavía no hay estudios suficientes sobre violencia de género y discapacidad, que sirva para mejorar los servicios que la administración ofrece o debería ofrecer a las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género.